viernes, marzo 09, 2007

Hoy no pensaba escribir nada. Tenia la mente obtusa y el corazón, que debe ser la mente escritora, reseca y en calma. ¿Reseca y en calma? Y entonces, ¿para qué sirve el corazón? ¿sólo para bombear sangre arriba y abajo y permitir que el ser humano sea ser, con indiferencia de que llegue a ser humano? ¿sólo para convertirse en máquina rítmica y dejar de ser la esencia impulsora de nuestros relatos más conseguidos? Entonces, ¿los animales tienen o no tienen corazón? Y si tienen corazón, ¿les bombea la sangre y esa sangre les permite no estar resecos y escribir, como ellos debe escribir, que yo no se como lo hacen, sobre cualquier cosa?
Hoy estuve releyendo a Chéjov y una vez más me puso lo pelos de punta con su simplicidad cotidiana sin estruendos innecesarios. Hoy Antón me dijo al oído: “sé directo, no te pierdas en explicaciones, ellos las encontraran sin necesidad de ti”, pero yo no soy Antón Chéjov ni por equivocación y doy vueltas y más vueltas para perderme en ese maremagno de explicaciones inútiles sin llegar a saber nunca con exactitud lo que quiero decir; en realidad si lo sé: sólo hablo por hablar para intentar encontrarme alguna vez en mi parloteo si llego a tener suerte (triste profesión la de buscarse).
Hoy, mi admirado Antón, estaba como casi siempre sin nada que decir, aunque la sensación que percibía era la de angustia profunda, esa sensación que transmite inconsciente la sensibilidad a flor de piel, y el tiempo y el entorno cuando uno es plenamente consciente no de lo que no es, que eso tan sólo genera frustración, sino de lo que es, que es entonces cuando el sentimiento deviene en tristeza en el mejor de los casos.
Hoy no pensaba escribir. Tenía la mente obtusa y el corazón en otro lado. Daba vueltas y vueltas mareando la perdiz y sin ir al centro de la cuestión,… y de repente, ¡toma! , alguien escribe: “ella tiene clase. …. Vive en un mundo naranja, con perros naranjas, coches naranjas y mares inmensos de color naranja. Desde siempre ha pensado que la luz anaranjada lo hace todo más bonito, bucólico, quizás algo más calmado, porque ¿quién es el capullo que se pelearía en un mundo de colores naranja?” y yo lo leo y me quedo pasmado por lo simple que es, y por lo complicado que es lo simple, y por lo terrible que resulta ser lo simple; y por lo angustioso que puede llegar a ser lo simple. Es que de verdad es así de simple y no hay más. ¿ Quién podría ser de verdad ese capullo…?
Lo dicho. Leo y releo el mensaje de mi amiga Stel, y como ser humano siento ganas de llorar grandes lagrimones naranja. ¿Por qué no pintamos de naranja nuestras vidas? Y si el naranja no es el adecuado, porque no las pintamos de verde, o de rosa, o del color que sea? ¿Por qué no somos inteligentes y aplicamos la inteligencia a nuestra recta razón, a nuestro sentido común, ese que Pascal decía que era el menos común de todos ellos? ¡Que narices!, ¿somos o es que tan sólo estamos y nos contentamos con ello como mal menor? ¿Y si nos limitamos a estar y lo aceptamos, por qué nos quejamos de ser lo que somos o de lo que no somos y de qué tan sólo alguien nos hace ser?
Estaba totalmente perplejo buscando esos tonos naranjas insinuados y deseados cuando otra buena amiga escribió otro mensaje con su aquel: “SOBRE LA CONTRADICCIÓN (Aldo Pellegrini)
Si extiendo una mano encuentro una puerta; si abro la puerta hay una mujer; entonces afirmo que existe la realidad;
en el fondo de la mujer habitan fantasmas monótonos que ocupan el lugar de las contradicciones; más allá de la puerta existe la calle; y en la calle polvo, excrementos y cielo, y también ésa es la realidad; y en ésa realidad también existe el amor.
Buscar el amor es buscarse a sí mismo; buscarse a sí mismo es la más triste profesión,
monotonía de las contradicciones, allí donde no alcanzan las leyes en el corazón mismo de la contradicción imperceptiblemente extiendo la mano y vivo”.
Y ahí ya no, imposible permanecer callado e insensible.
No soy mujer y ni si quiera sé si hubiera sabido serlo. Yo no se nada. Y mis contradicciones me pueden, y me desbaratan, y me confunden, y me inutilizan, y vuelvo al principio. ¿Por qué me habré permitido permanecer en situación latente y fetal, como ajeno a todo, en mi bolsa amniótica que me aísla protectora de todo? ¿Por qué soy tan buen profesional en esa profesión tiste que consiste en buscarse a si mismo? No lo sé, pero sé que soy pertinaz en ello. ¡Mis contradicciones!
Siempre que abrí una puerta hubo una mujer, y es por ello que ignoro si la pregunta correcta es la formulada por Pellegrini o es esta otra: ¿No es cierto que siempre que abrí la puerta fue porque sabía que tras de ella había una mujer que desmadejaría mis contradicciones? Y si es así, en tal caso la mujer, ¿en qué situación queda la mujer? ¿Qué puerta podría abrir ella para disfrazar de fantasmas sus contradicciones?
Hoy no quería escribir, sólo quería que mi mundo tuviera ese color, el que sea, que nos devolviera la paz, y que nos permitiera encontrar la puerta correcta, y la mujer, y los fantasmas que crean la fantasía. Yo sólo quería seguir respirando, sabiendo que siempre hay una puerta, y que puedo extender la mano para abrirla. Y que tras la puerta hay una vida, y que esa vida vale la penar ser vivida, por supuesto, no a cualquier precio, sino…

7 Comments:

Blogger Letra said...

Leì tu entrada y me quedé con el color gris de mis contradicciones. He estado detrás de una puerta, esperando a que cierto hombre, preso de sus propias contradicciones, la abriera. Y siendo así, uno debe hacerse cargo de las propias contradicciones y sufrir las consecuencias, de las de los demás. ¿No será demasiado?

5:15 p. m.  
Blogger stel said...

sabes que creo que es lo mejor de todo, que detrás de cada puerta que abras, no se si estará esa mujer o no, pero lo que es provable que encuentres es un nuevo mundo que pintar o que dejar que te pinte...

siempre he pensado que ser medianamente feliz implica alegrarse y aprovechar las cosas pequeñas, los detalles, lo simple porqué no. El mundo ya es bastante complicado como para acabar haciendolo todavía más complejo. Me gusta pensar que puedo pintar mi mundo, y que hay días o personas que son de uno u otro color. supongo que todo eso es porque en el fondo llevo una pequeña optimista guerrera, que aunque todo este muy negro y la cosa no vaya bien, no se rinde así como así y siempre esta dispuesta a abrir puertas sin saber lo que esconden.

gracias por mencionar a mi pájara de mundos naranjas por aquí. muchs gracias.
besines
^^

5:51 a. m.  
Blogger Cromatica said...

Siempre cargamos con esas voces contradictorias, hacen una bulla interna! que a veces nos sacan de lugar y nos cuestionan todo.

Tu llevas las tuyas, la que está detrás de la puerta también, a veces dos con sus contradicciones no las cruzan, pero ten por seguro que las llevan y de diferentes maneras, al final son simples contradicciones personalizadas.

Ellas tus bellas contradicciones hacen que te leamos aun cuando tu mente esta obtusa y tu corazon reseco como dices, pero siempre queda algo de ti, que te hace ser único con contradicción o sin ellas.

Y por favor sigue abriendo puertas, quizas al hacerlo encuentres la mujer con colores que tiñan tu vida...y a vivirla se ha dicho!

Un beso amigo

2:33 p. m.  
Blogger young_supersonic said...

CREO QUE TRAS ESA PUERTA, QUE TIENE VIDAS QUE MERECEN SER VIVIDAS, YACEN VARIOS CORAZONES QUE BOMBEAN Y LLENAN DE VIDA MILES DE SUEÑOS.

PESE QUE DECLARAS NO HABER TENIDO MUCHO QUE ESCRIBIR, PINTASTE DE LOS COLORES QUE QUISISTE EL MOMENTO QUE VIVÍAS AL ESTAR FRENTE AL PC.

ERES PSICÓLOGO??

SALUDOS.

7:26 p. m.  
Blogger Nerim said...

Cuando abro los ojos por la mañana hay veces que la vida es naranja, otros días se convierte en azul y otros en verde.Llega un dia que es casi negro, pero entonces cierro los ojos, cojo la paleta de colores de mi mente y lo pinto de amarillo,a veces cuesta que coja color, porque el negro tiñe mucho, pero a fuerza de brochazos el amarillo va dominando.

Y así convivo sola con mis contradicciones y alguna de ellas se ha convertido en mi amiga, eso hace que no me sienta defraudada por aquello que no dependa de mi.
Un abrazo

12:42 p. m.  
Blogger mujer-florero said...

Gracias por tu visita, me ha gustado mucho todo lo que has escrito.
"Encontrar la puerta correcta"....
Hay muchas puertas abiertas de par en par, si después de pensarlo un poco, (solo un poco) no te decides a traspasarla, nunca podras saber si era la acertada o la equivocada.
Yo he elegido correr riesgos, asumir mis aciertos y mis errores, estar viva, no quiero quedarme parada como una estatua de sal viendo pasar el tiempo, !no! lo que quiero es estar en movimiento.

10:10 a. m.  
Blogger Umma1 said...

Cómo ibas a saber que estaba, cuando lo único certero de esta vida, es la inseguridad?
No coincido con vos en la idea de un periplo monótono al buscarse a uno mismo.
Por el contrario me parece una aventura extraordinaria, en la que hay que estar dispuesto a tolerar mucho, muchísimo dolor, volverse humilde y tener mucho coraje.

(F)

12:05 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home